MAGULLADO EN NAVIDAD III

Toqué su timbre, pero nadie me contestó, supuse que ella estaría esperándome en el departamento, decidí llamarla, luego de un par de timbradas me contestó. Alcancé a escuchar por el altavoz algunas risas femeninas, cuando toda suelta de huesos como si fueramos grandes amigos me dijo:

G: alooo….Angeloo?

Yo: alo..G..ya llegué dónde estás..?.. estee..tienes mis cosas?

G: si pero ahorita no hay nadie en mi casa, espérame en media hora llegaré…

Yo: ok voy a dar una vuelta, regreso aquí en media hora, apúrate. Chau.

G: ok, chau.

Compré unos cigarros y una gaseosa. Como no quería aburrirme ahí parado en la esquina, fui a un centro comercial que está cerca de su casa, a unas cuantas cuadras. Me senté en las bancas, encendí un cigarro y me puse a escuchar música, a esperar, ahí tranquilo, pensando en que momento se jodió todo, en que momento ella se había alejado de mi. Estaba sumido en mis pensamientos, con la mirada perdida entre la multitud cuando en eso veo pasar a una vieja amiga, Clau a la que no veía desde hace 2 años. Yo le tenía un gran cariño, ella también, algunas veces, se mal interpretó nuestra amistad, en parte debido a la morbosa imaginación de mis amigos y en otra, a su caprichosa forma de llamar la atención masculina. Lo cierto es que siempre nos llevamos muy bien, era divertida igual que yo, conversadora, atenta y teníamos los mismos gustos musicales. Todo bien hasta que comenzaba a desarrollar esa extraña coquetería que a veces lograba alterar ligeramente mis hormonas, afortunadamente nunca paso nada mas, pues yo lograba intuir sus oscuras intenciones, ella era la enamorada de mi mejor amigo y yo preferí mantenerme al margen. Habíamos estado peleados mucho tiempo por algunos malos entendidos. Me vió se me acercó y me abrazó como sólo ella sabe apachurrar a sus amigos, nos reconciliamos, le pedi disculpas por alguna tontería y ella también hizo lo mismo. Aquel dia sentía que todo era tan extraño, yo estaba con la cabeza en otra parte, conversamos un rato, nos reimos, nos contamos muchas cosas, recordamos las reus en su casa, las borracheras y como siempre me coqueteó y yo me hice el dificil. Creo que ese jueguito le encantaba...y a mi tambien. Hasta se ofreció, muy gentilmente a acompañarme donde mi ex. Según ella a "ver a la tipita esa". Le dije agradecí el gesto y preferí ir solo.  Entre tanta conversa, no calculé bien el tiempo y me quedé casi una hora y media con ella, se me hizo recontra tarde, nos despedimos, y me fui corriendo a la casa de mi ex, la llamé:

Yo: aló, G ya llegué estoy abajo

G: si, lo que pasa es que yo no estoy, pero toca el timbre, ahí está Marta(la señora de limpieza) ella te va a dar tus cosas, yo se los dejé se los pides nomás…

Yo: ok. Chau

Estaba indignado, primero me dice que me los va a dar personalmente y luego no lo hace, y lo deja tirado en su casa como si fuera un cachivache inservible. Ok me dije: “ si esto va a terminar así, ya que mas da, ni si quiera tuvo la decencia de dármelas ella misma, caballero nomas”. Toque el timbre, la empleada me contestó y me abrió la puerta por el intercomunicador. Llegué al departamento y ahí estaba la señora, esperándome con mis cosas, siempre me trató bien, sobre todo cuando llegaba hambriento por las tardes a ver a G y me preparaba un suculento lunch. Le deseé una feliz navidad atrasada y me despedí. Me fui al ascensor, ninguno de los dos que habían subían, por alguna razón estaban atorados y se demoraban en subir. Mientras estaba ahí parado esperando como un pelotudo, se me vino una idea a la cabeza, pensé: “…que sería que se abriera la puerta del ascensor y…..”. Inmediatamente me causó gracia, sonreí y me dije a mi mismo: “Angelo ya estas alucinando feo…eso es imposible…esto no es una película ja!”

En ese preciso momento se abre la puerta del ascensor y zas!. Allí estaban ellos dos juntitos, mi ex y el individuo ese de su nuevo enamorado de la mano,  dándose "piquitos" con toda la gente amontonada ahi dentro. Nos quedamos todos mirándonos las caras, incluso las vecinas viejas chismosas que venían con sus hijos. Mi ex se quedó fría, pasmada, mirándome como si hubiera visto un fantasma o a su viejo, pero no, sólo era su ex enamorado al que dejó diciéndole que quería estar sola. Nos quedamos unos segundos ahí todos como detenidos en el tiempo hasta que ella sólo atinó a preguntarme: “ te dieron tus cosas..?”. Yo le contesté casi como ‘Terminator’: ”si me las dieron” y subí al ascensor. Lo único que alcanze a ver, mientras se cerraba la puerta del ascensor, es el brazo del otro tomándola de la cintura. Me sentí como un idiota, sólo quería largarme de ahí, estaba en su casa pero todo era tan extraño, era la misma puerta, los mismo balcones, el mismo ascensor, los mismo adornos navideños, la misma empleada, los mismos vecinos, hasta el mismo vigilante- que por cierto ya ni me preguntaba cómo me llamaba me dejaba entrar de frente- pero mierda!! ella estaba entrando a su casa con otro!. Mientras veía todo eso y salía del edificio, me sentía como en una realidad alterna, en una especie de universo paralelo,  me sentía como el chato de Michael J.Fox en Volver al Futuro, como si se hubiese creado una tangente en el tiempo y cuando regresaste no entiendes un carajo y te preguntas que rayos está pasando aquí.

Despues de haber protagonizado, como actor principal el capítulo final de mi propia telellorona mexicana, salí rapidamente del edificio aún medio en shock, en busca de un poco de agua mineral y un chocolate para quitarme el mal sabor. Tomé la dirección del parque que está a la vuelta de su casa, pense que sería bueno tomar un poco de aire fresco para relajarme, empecé a caminar cuando en un descuido, no me fijé y pisé un gigantesco pedazo de excremento de perro. "La puta madre!!", me quejé a solas. "Encima esto".

Una señora de unos sesenta años que pasaba por allí me vió, intentando liberar a mi zapato de esos pestilentes grumos de caca, y me dijo: "dicen que trae suerte". Le sonreí diplomáticamente mientras por dentro renegaba: "vieja del diablo, mujer tenías que ser, igual de mentirosa que las demás".

"No eres la persona que pensé, que creí, que pedí...bah! disculpen fue un lapsus.